martes, 12 de noviembre de 2013

Periodico Mural de Psicología.



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    MÍ MURAL DE PSICOLOGÍA.
     
PSICOLOGÍA DE LA PERSONALIDAD:
 
La personalidad es lo que refleja a la persona por medio de sus cualidades, conducta, sentimientos y pensamientos, eso lo lleva a ser auténticos u originales; para ser más claro es aquella persona que no le da pena de hacer o decir cosas por este motivo es que se distingue de las demás personas.

Gordon Allport (1961) la definió como:

 
La personalidad es la organización dinámica, dentro de individuo, delos sistemas psicofísicos que crean patrones característicos de conducta, pensamientos y sentimientos. En la definición él recalca varios aspectos:


* La personalidad no es sólo una acumulación de partes y piezas: tiene una organización.
 

* La personalidad no se limita a estar ahí; es activa, tiene procesos.


* Personalidad es un concepto psicológico, pero esta intrincadamente unida al cuerpo físico.


* La personalidad es una fuerza causal; ayuda a determinar la forma en la que el individuo se relaciona con el mundo.


* La personalidad se muestra en patrones, recurrencias y coherencias.


* La personalidad no se muestra de una sino de varias maneras, en conducta, pensamientos y sentimientos.

Gordon hizo una definición muy amplia para definir la personalidad donde señalo varios elementos, pero esta no pudo ser perfecta por motivo que se profundizo en el tema del funcionamiento interpersonal.

Dos temas fundamentales en la personalidad:
 
 
1)La existencia de diferencias individuales: como bien lo dice existe diferencias entre los individuos, todos somos diferentes unos pueden ser alegres, otros son amargados, tristes, unos sociables, otros son tímidos y hasta antisociales.

2) Funcionamiento interpersonal: es el conjunto de procesos dentro de un individuo o “la organización dinámica” como la llamo allport, es decir como las personas organizan su tiempo para realizar ciertas actividades desde que se levantan hasta la hora de ir a la cama.
 
 

Fracaso Escolar y Problemas de Aprendizaje:
 
 
El que un niño tenga problemas de rendimiento en la escuela genera mucha preocupación en los padres, no sólo por el futuro del niño sino porque es al mismo tiempo un problema económico (es bien sabido que el repetir un año de estudios tiene un alto costo). De todas formas, es esencial el que los padres sepan que los problemas del aprendizaje se pueden manejar con éxito y a menudo con procedimientos muy simples. También, se debe tener presente la importancia de detectarlos y enfrentarlos a edad temprana, puesto que sus efectos pueden ir en paulatino aumento, agravándose en consecuencia.

Para ello es conveniente que los padres estén en condiciones de reconocer distintos indicios de esta problemática:

• El niño tiene dificultades en entender instrucciones y cumplir con ellas.

• Le cuesta recordar lo que se le acaba de decir.

• En un primer tiempo no logra adquirir las destrezas básicas de lectura, escritura y matemáticas, con los consiguientes fracasos en el trabajo escolar.

 
• Presenta dificultad para distinguir entre la derecha y la izquierda. O, confunde el número 25 con el número 52, la "b" con la "d", y "le" con "el"; Tiene falta de coordinación tanto al caminar, jugar deportes o llevar a cabo actividades sencillas (sujetar un lápiz, amarrarse los cordones del zapato, etc.).

• Pierden o extravía con facilidad el dinero para sus gastos, los libros de la escuela y otros.

 
• No entiende el concepto de tiempo y se confunde con "ayer", "hoy" y "mañana."

Además, en esta área problemática es necesario distinguir dos grandes variedades de deficiente rendimiento escolar. Una, cada vez más común, es la del niño o adolescente que se niega a estudiar alegando razones aparentemente válidas que van desde el niño que dice que no le gusta estudiar amparándose en que, según, los niños no deben ser obligados (sólo deben hacer lo que les gusta), al adolescente que desea vivir su vida, respaldado por el derecho a la libertad.

 
La otra corresponde a niños que presentarían algún indicio de sicopatología. En esta última problemática son muchos los factores que intervienen. Aunque en ciertos sectores médicos y pedagógicos existe la convicción de que muchos de estos problemas son de origen orgánico (p. ej.: algún tipo de alteración en el sistema nervioso central) el hecho es que pesan enormemente en estas dificultades factores que denominamos supraorgánicos, precisamente para subrayar su independencia de lo propiamente físico. Tal es el caso de problemáticas en relaciones humanas, convicción del niño de no tener recursos y otros. Una de las causas fundamentales del fracaso escolar radica en el desconocimiento de las adecuadas técnicas de estudio. Muchos alumnos no saben estudiar o no se les ha enseñado a hacerlo. Termino diciendo que el fracaso escolar generalmente, no es el fracaso del niño sin más bien del sistema educativo, de la escuela y los educadores, de la familia y de la sociedad.

Estimulación Temprana:
 
¿Alguna vez te has preguntado el motivo por el que los seres humanos dependemos de los padres durante tanto tiempo en comparación con el resto de animales? La razón básica estriba en nuestro cerebro, cuya maduración requiere mucho más tiempo que el de la mayoría de especies. Todos hemos visto imágenes de animales que a las pocas horas de nacer ya caminan al lado de sus madres sin aparente dificultad.

Un bebé, sin embargo, tarda algo más de una año en empezar a caminar, por lo que su supervivencia depende en extremo de la protección de la madre. El caminar no es una habilidad innata que posea el bebé, sino que es el resultado de un aprendizaje. Un recién nacido sólo muestra un limitadísimo conjunto de capacidades si las comparamos con las que irá adquiriendo con el transcurso de los años. Y la mayoría de habilidades que posee están relacionadas con su supervivencia: succionar para poder alimentarse, llorar para atraer la atención de su madre, o cerrar las manos para intentar aferrarse a aquello que las toca.
 
 
Esta carencia de defensa, es consecuencia de un cerebro aún por formar. Pero esta circunstancia que puede parecer en principio negativa conlleva, en realidad, una enorme ventaja: el bebé será capaz de adaptarse mucho mejor al entorno y a las circunstancias cambiantes que cualquier otro animal cuyo cerebro ya esté programado en el momento de nacer. Disponer de un cerebro moldeable es lo que ha permitido a la especie humana progresar y sobrevivir incluso ante las condiciones naturales más adversas.

La estimulación temprana tiene por objetivo aprovechar esta capacidad de aprendizaje y adaptabilidad del cerebro en beneficio del bebé. Mediante diferentes ejercicios y juegos su intención es la de proporcionar una serie de estímulos repetitivos, de manera que se potencien aquellas funciones cerebrales que a la larga resultan de mayor interés. No sólo se trata de reforzar aspectos intelectuales, como su capacidad para la lectura o el cálculo matemático, sino que la estimulación temprana también contempla los aspectos físicos, sensoriales y sociales del desarrollo.

La estimulación temprana se basa en la repetición de lo que se viene a llamar unidades de información o bits. Al igual que todos los niños aprenden a hablar por si mismos (a base de oír diariamente los sonidos del lenguaje), su cerebro es capaz de adquirir toda otra serie de conocimientos mediante la repetición sistemática de estímulos o ejercicios simples. Con la repetición se consigue reforzar las áreas neuronales de interés. Por ejemplo, para que un bebé gatee es necesario que controle el llamado patrón cruzado, esto es, la capacidad de coordinar su mano derecha con su pie izquierdo (y viceversa) y así avanzar. Nuestro cerebro está dividido en dos hemisferios, izquierdo y derecho, cada uno de los cuales controla la parte opuesta del cuerpo. Pues bien, los ejercicios de gateo refuerzan el patrón cruzado y, por tanto, ayudan a mejorar la coordinación entre los dos lados de nuestro cuerpo.

En la actualidad no existen estudios fiables que determinen si la estimulación temprana realmente resulta efectiva o no en el desarrollo neuronal de un bebé. El problema es que no es posible volver atrás y probar que hubiera pasado si se hubiera actuado de manera diferente. Lo que sí resulta irrefutable son los resultados obtenidos sobre animales sometidos a algún tipo de estimulación. A pesar de la limitada flexibilidad de sus cerebros, muchos investigadores han verificado un desarrollo neuronal superior de las áreas que fueron estimuladas de algún modo.
 




LOS VALORES: 


Son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas.

 

Los valores se refieren a necesidades humanas y representan ideales, sueños y aspiraciones, con una importancia independiente de las circunstancias.

 
IMPORTANCIA DE LOS VALORES:


Cuando conocemos los valores y los practicamos, cumplimos más fácil nuestra misión en esta vida.

En una sociedad en donde se practican los valores, tenemos menos delincuencia, menos violencia y se puede vivir en paz y armonía.
 
 
 
 NIÑOS AUTISTAS:
 
Descripción del Problema:

            Los trastornos generalizados del desarrollo (TGD) conforman un sistema heterogéneo, el cual está basado en procesos neurobiológicos que dan origen a déficits en múltiples áreas funcionales, llevando al niño a una alteración difusa y generalizada en su desarrollo.

La consecuencia es un retraso y una desviación de los patrones evolutivos normales, que afectan básicamente la interacción social, la comunicación y la conducta; no obstante, existe un gran abanico en la sintomatología entre los pacientes, dado que el nivel de funcionamiento intelectual puede variar, desde el retraso mental profundo a una inteligencia normal o, incluso, alta en algunas áreas.

Los criterios diagnósticos del trastorno autista se basan en la identificación de distorsiones del desarrollo en múltiples áreas psicológicas básicas, como la atención y la percepción que intervienen en el desarrollo de las capacidades sociales y del lenguaje.

El diagnóstico requiere la presencia de alteraciones cualitativas en la interacción y en la comunicación social.

Incluye tres (3) grandes categorías:

-         Relaciones sociales recíprocas anormales.

-         Alteraciones de la comunicación y del juego imaginativo.

-         Limitación de la gama de actividades e intereses (estereotipias).

El autismo es un trastorno complejo, que impacta en el desarrollo normal del cerebro, en áreas relacionadas con la interacción social y con las habilidades comunicativas, y que, típicamente, aparece durante los tres primeros años de vida, por lo cual se le denomina una discapacidad del desarrollo.

Es resultado de un trastorno neurológico, que afecta el funcionamiento del cerebro y sus comportamientos asociados pueden ocurrir en 1 de cada 166 individuos. El autismo no conoce las fronteras raciales, étnicas y sociales. El ingreso económico, el modo de vida y los niveles educativos de la familia, no afectan la posibilidad de que estos casos ocurran o no.

Características Principales del Lenguaje Autista:


-   Mutismo.

-   Emisión de oraciones completas en situaciones de emergencia.

-   Empleo de la negación simple como “protección mágica”.

-   Literalidad.

-   Inaccesibilidad.

-   Ecolalia inmediata.

-   Ecolalia demorada.

-   Inversión pronominal.

-   Evitación pronominal.

-   Lenguaje metafórico.

-    Dificultades de comprensión.

-    Escasez de vocabulario.

-    Empleo de neologismos.

-    Dificultades articulatorias.

-     Escasez de preguntas e informaciones con valor informativo.

-     Falta de intención comunicativa.

-     Dificultades para comprender y utilizar gestos.

-     Frecuencia de imperativos.

-    Alteraciones de tono, ritmo e inflexión.

-    Limitaciones del “output verbal”.

-    Falta de correspondencia entre la prosodia y el sentido.

-    Interés por el sonido sin captar el sentido.

-    Falta de coordinación entre los gestos y las emisiones verbales.

Causas Orgánicas:

Los síntomas autistas presentarían una etiología neuropatogénica multicausal, con alteraciones neurobiológicas, primarias o secundarias, estructurales o funcionales, existiendo una gran evidencia de que tendría una base orgánica, en relación con el descubrimiento de que la epilepsia aparece en más de una cuarta parte de los adolescentes autistas.

Algunas investigaciones sugieren anormalidades en los neurotransmisores, específicamente de la serotonina, que se encuentra aumentada en los niños con síndrome autista (hiperserotoninemia). Estas anormalidades sugieren que el autismo podría resultar de la interrupción del desarrollo normal del cerebro en una etapa temprana del desarrollo fetal, causado por defectos en los genes que controlan el crecimiento del cerebro y que regulan el modo en que las neuronas se comunican entre ellas. También se ha señalado el llamado síndrome del cromosoma x frágil, es decir, la falta de sustancia en el extremo distal del brazo largo del cromosoma, como causa del autismo.

Se demostraron también ciertas alteraciones en el cerebelo, específicamente, cambios en el número y el tamaño de las neuronas de los núcleos cerebelosos, que sugieren un trastorno evolutivo en las relaciones sinápticas de estos núcleos. Estudios de neuroimágenes han evidenciado alteraciones en el volumen cerebral (disminuido), en la corteza cerebral y en el sistema límbico. También existen hallazgos inmunológicos que demuestran niveles de inmunoglobulinas alteradas, específicamente, una inmunoglobulina A baja y una actividad deficiente del sistema del complemento.

En relación con los riesgos prenatales y perinatales, se pueden mencionar los siguientes:

-   Prenatales: rubéola, alimentación, drogas, traumatismos, otras causas.

-   Perinatales: fórceps, anoxia, inducción, encefalitis, meningitis.

En una minoría de los casos desórdenes tales como el síndrome del x frágil, síndrome de lesión 22q13, síndrome de Rett, esclerosis tuberosa, fenilcetonuria no tratada y rubéola congénita, causa comportamiento autista y podrían diagnosticarse erróneamente como “autismo”.     

Pronóstico y educabilidad:
 
Un pronóstico favorable está relacionado con la ausencia de patología neurológica concreta, un nivel de inteligencia promedio, el desarrollo del lenguaje antes de la edad escolar, el logro de ciertas habilidades psicomotrices conforme a la edad cronológica del niño, la ausencia de crisis epilépticas y un ambiente socio afectivo donde el menor se desarrolle y se encuentre contenido.

Es fundamental una intervención temprana que implique a la familia, para la minimización de los trastornos emocionales y conductuales, lo cual favorecerá la interacción social y del lenguaje.

La educabilidad es un concepto que implicaría la capacidad que posee un individuo, a lo largo de toda la vida, para adquirir los conocimientos en las distintas áreas y desarrollarse integralmente, tanto en el dominio personal, como en el social, tomando en cuenta las dificultades que se le presentan frente a nuevas situaciones de aprendizaje y las diferentes modalidades de afrontamiento empleadas en relación con las mismas.

Aunque algunos niños pueden llegar a integrarse en colegios normales e, incluso desarrollar ciertas actividades profesionales, un gran porcentaje necesita cuidados especiales en la edad adulta. Muy raras veces llegan a ser totalmente independiente y precisan un ambiente que continúe con el orden establecido en la etapa escolar.

Diagnóstico:

No hay pruebas médicas (análisis de sangre, estudio de cromosomas, etc) para diagnosticar el autismo. Un diagnóstico debe sustentarse sobre la base de observaciones del niño en el plano de la comunicación, comportamiento y los niveles de desarrollo.

Se entiende al autismo como un desorden espectro, lo cual significa que los síntomas y las características pueden presentarse en una variedad amplia (o espectro) de combinaciones. Porque las características del desorden varían tanto, es importante que el diagnóstico sea realizado por un equipo muldisciplinario: pediatra, neurólogo, psicólogo, psicopedagogo, fonoaudiólogo, psicomotricista, entre otros profesionales entendidos sobre el autismo.

Intervención de cada profesional en la tarea diagnóstica y en el tratamiento:


-     El Médico:

El neuropediatra realiza un diagnóstico lo antes posible, descartando una serie de problemas que puedan asociarse con el espectro autista.

Se tomará en cuenta los motivos de consulta que trae los padres, como los problemas del lenguaje, las alteraciones en la relación social, el comportamiento atípico, los problemas de visión y el retraso escolar.

La evaluación comienza con una historia clínica, considerando la descripción del problema actual en el contexto del desarrollo neuro evolutivo del niño, desde el punto de vista psíquico, motor socio-afectivo y del lenguaje. También hay que conocer los antecedentes familiares que pudieran estar relacionados. En la exploración clínica, se observa al niño en relación con sus padres y con los juguetes del consultorio. Se descartan posibles malformaciones y se analiza el perímetro cefálico, los pares craneales, las asimetrías o signos clínicos focales neurológicos, valorando anomalías del tono, de la fuerza muscular, de los reflejos normales y patológicos y de la marcha, todo ello dependiendo de la edad del niño.

Tratamiento:

Los médicos, con frecuencia recetan un medicamento antidepresivo para controlar síntomas de ansiedad, depresión o algún trastorno obsesivo-compulsivo. Se emplean drogas antipsicóticas para tratar graves problemas conductuales. Además se utilizan:

a)     Dieta libre de Gluten y Caseína.

b)     Vitaminas.

-     El Psicólogo:

La mirada psicológica, desde una perspectiva evolutiva y compleja, es indispensable para un tratamiento integral, teniendo en cuenta las alteraciones asociadas que derivan en importantes implicaciones educativas y que, a su vez, serán trabajadas en conjunto con los psicopedagogos. El diagnóstico psicológico aporta información acerca de las capacidades, la personalidad y el nivel de adaptación de un individuo.

Los TGD, con frecuencia, presentan problemas emocionales y de conducta, sobre los que son necesarios intervenir mediante procedimientos congnitivo-conductuales, ajustados a las características particulares de cada niño, enseñando habilidades e introduciendo modificaciones en el entorno. Además, la orientación y el apoyo a la familia es una parte muy importante del tratamiento.

Metodología e Instrumentos:

Mediante entrevistas libres y estructuradas a padres, observaciones, hora de juego diagnóstica, tests psicométricos y proyectivos.

Tratamiento:

La terapia apuntará a todo el grupo familiar, sin dejar de atender al paciente que motivó la consulta, pero, necesariamente deberá contar con la implicación de todos los que se relacionan directamente con él, para un tratamiento más efectivo.

 
-     El  Psicopedagogo:

El diagnóstico psicopedagógico no tiene como fin categorizar a un niño en situación de aprendizaje, sino que la intención consiste en el análisis de las potencialidades cognitivas del niño en cuanto a fortalezas y a debilidades, sus estrategias para aprender, su potencial de cambio y sus motivaciones en relación con la tarea cognitiva. Se tomaran en cuenta los niveles de rendimiento en cada una de las áreas, en relación a sí mismo, a su edad y grado de escolaridad.

Tratamiento:

Partiendo del supuesto de que los niños con TGD funcionan a partir de sensaciones, se trabajará con situaciones que le pongan en contacto con su propio cuerpo y con el del maestro; después habrá una representación gráfica, y, por último una verbal. Se estimulará el desarrollo de destrezas cognitivas y de atención, que le permitan relacionarse mejor con su alrededor, como así también se favorecerá el desarrollo de destrezas de aprendizaje (imitación, aprendizaje observacional, etc). Es necesario organizarles el espacio y el tiempo.

La progresión en la adquisición de nociones es limitada y pausada, además, muchas veces no se conservan, y se producen regresiones.

-     El Fonoaudiólogo:

La labor diagnóstica del fonoaudiólogo consiste en recoger información sobre las habilidades y las dificultades que presenta el niño, con el fin de evaluar alteraciones en la comunicación oral, que comprometan parcial o totalmente la calidad de vida y el desarrollo de las potencialidades del menor. El proceso se realiza en forma integral, tomando en cuenta las necesidades de cada niño, atendiendo los requerimientos de los padres, entorno y profesionales de la salud y de la educación.

 
El proceso de evaluación se realiza mediante la observación, con material concreto, lúdico y láminas. Y también se aplican diversas pruebas estructurales relacionadas con el habla, niveles comprensivos o expresión del lenguaje.

-     El Psicomotricista:

La psicomotricidad es un proyecto diferente para cada niño y para cada patología, que se obtiene de la observación y que permite identificar a cada niño con el interior de sus propios parámetros psicomotores (espacio, tiempo, esquema corporal).

El psicomotrista trabaja con cada niño, abriendo todas las potencialidades con el conocimiento de sus posibilidades relativas al grado de desarrollo neurofisiológico y de acuerdo con las limitaciones de cada patología, estimulando con él un conocimiento progresivo de sí mismo y del mundo, a través de la actividad motora y de sus capacidades representativas-simbólicas.

La técnica psicomotriz, se efectúa a través del juego, modalidad primaria para que el niño pueda desenvolverse libremente y crecer.  

 
 
 
 

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